La dependencia emocional es uno de los problemas psicológicos que nos definen como seres humanos, que encontramos como muy nuestro, propio de “animales sociales” destinados a las relaciones interpersonales.
Se define como la necesidad extrema de carácter afectivo que una persona siente hacia otro a lo largo de sus diferentes relaciones. “Necesidad” denota el componente de dependencia propio de este problema. El término “extrema” que en nuestra definición califica a la necesidad, sólo enfatiza la intensidad de este sentimiento tremendo de anhelo al otro. Cuando nos referimos a “dependencia” o a “necesidad extrema”, estamos exagerando aquello que es propio de las relaciones interpersonales: los sentimientos positivos de querer estar con el otro, de contar con su apoyo, de sabernos queridos y valorados.
Se concibe como una sobre dependencia en una relación interpersonal, afectando a la visión de uno mismo y a la de los otros. Normalmente, cuando escuchamos este término tendemos a pensar en relaciones de pareja, pero es importante destacar que puede darse en todo tipo de relaciones ya sea de amistad, familiar e incluso en el ámbito laboral.
La dependencia emocional se desarrolla en la persona según diversos factores:
- Muchos estudios lo asocian a la sobreprotección de los padres, es decir, el autoritarismo parental se vincula con la generación de dependencia en los niños, adolescentes y adultos. Si en las relaciones parentales no se ocasiona la capacidad de ofrecer al niño comportamientos independientes y autónomos, sobreprotegiendo y evitando todo acto de construcción de su ser por sí mismo, el individuo tiene una alta probabilidad de engendrar una dependencia emocional hacia los demás.
- Por otro lado, el rechazo produce dependencia interpersonal. Todos esperamos conectar con las personas que intervienen en el transcurso de nuestra vida. Cuando en una relación no se presta la suficiente atención, un individuo no asume su parte de compromiso, se genera siempre un sentimiento de desamparación que puede favorecer dependencias emociones.
Las posibles causas de este tipo de trastorno se asocian a una baja autoestima, es decir, se muestran críticos consigo mismos y con su forma de ser. Suelen ser personas con miedo a la soledad esto quiere decir que no conciben la idea de estar solos y necesitan estar acompañados en todo momento, sin tener en cuenta la calidad de sus relaciones y por último suele estar asociado a estado de ánimo negativo.
Puede resultar útil el valorar los siguientes puntos para saber identificar si se encuentra la persona en una relación de este tipo:
- Si existe una necesidad de complacer a otros para lograr protección y apoyo. Generalmente, reúnen un perfil psicológico donde se dejan influir, significativamente, por las opiniones de los demás para cumplir con sus expectativas y deseos. Sin embargo, cuando la persona adquiere el rol de complacer a otro o a la figura de autoridad, normalmente, el dependiente opta por complacer a la autoridad, ya que es el personaje capaz de ofrecer mayor orientación, apoyo y protección.
- Si se requiere apoyo incondicional manifestando actitudes extrínsecas para poder recibir la búsqueda de ayuda. Suelen transformar el amor en dolor, el placer en disgusto. Su mayor defecto es su escasa estima, la preocupación excesiva de los demás, obviando lo más importante, su persona.
- Si se tiene necesidad excesiva del otro, deseo de acceso constante hacia él: se puede traducir en deseos constantes de hablar con la otra persona, continuas llamadas telefónicas, mensajes, apariciones inoportunas, ser incapaz de hacer algo solo sin sentir la necesidad de tener contacto con el otro… Este tipo de conductas produce en la otra persona reacciones de agobio y como consecuencia de ello puede ocurrir la ruptura precoz de la relación o la demarcación de límites estrictos.
- Si presentan deseos de exclusividad en la relación en el que la persona dependiente se aísla de manera voluntaria en mayor o menor medida de su entorno para dedicarse por completo al otro, y siente el anhelo de que la otra persona haga lo mismo.
- Si priorizan a la otra persona sobre cualquier cosa, es decir, la persona que lo sufre considera al otro el centro de su existencia, el objeto predilecto de su atención, el sentido de su vida. No habrá nada más importante.
- Si existe además dependencia económica y doméstica, esto quiere decir que además de emocionalmente son dependientes a otros niveles.
Para poder reconocer que se está en una relación de dependencia emocional se considera muy importante el poder identificar qué sucede en esa relación. Si se identifica que existe malestar, es fundamental el pensar si se puede comunicar a la otra persona para mejorar la situación. El reconocer que se sufre dependencia hacia otra persona puede llevar consigo sentimientos de tristeza ante el problema, pero a su vez también puede generar esperanza de saber que hay herramientas concretas útiles que pueden ayudar a salir de esto.
Para poder superar la dependencia emocional se debe trabajar en temas de autoestima ya que suele ser baja en este tipo de personas y la imagen que tienen de sí mismas y de sus capacidades suele estar bastante distorsionada, por ello, potenciar y trabajar en uno mismo y sanar la autoestima es un factor clave para la recuperación, además de fortalecer la autonomía. Si una persona se siente suficiente no buscara a otras personas desde la necesidad de sentirse completa.
Por ello, es importante hacerse consciente de que hay salida, lo importante es tomar conciencia, no tener miedo y buscar ayuda. Y recordar que el vínculo más importante que se tiene en la vida es consigo mismo y una vez se tenga esto claro y se trabaje sobre ello se podrán establecer vínculos sanos con los demás.
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