¿Cómo la meditación puede ayudar en la reducción del estrés y la ansiedad?

Nov 27, 2023 | Ansiedad, Estrés

El gran número de demandas que existen en la sociedad actual nos ha creado el hábito de dirigir la mayoría de nuestros pensamientos y de nuestras conductas hacia el exterior. Incluso cuando dormimos, en disposición de prestar atención a nuestros pensamientos, nos enfrentamos con una mezcla de recuerdos, imágenes, fantasías y sensaciones que hacen referencia a nuestra experiencia diaria. No es frecuente que en algún lugar y momento determinados nos liberemos de todos estos pensamientos y nos dediquemos, sólo, a sentir intensamente nuestro interior; por el contrario, lo que solemos hacer es interiorizar toda la tensión de nuestra vida y crear con ello una tempestad de pensamientos e imágenes que actúan añadiendo aún más estrés, al tratar de buscar constantemente soluciones que no encontramos.

Durante los últimos años el número de personas que padecen trastornos de ansiedad y depresión ha aumentado de forma muy considerable como consecuencia de la pandemia provocada por el COVID19.

Una de las principales causas de ese aumento es el estrés ocasionado por el aislamiento social debido a la pandemia. A ello hay que sumar las limitaciones de la capacidad de las personas para trabajar, pedir ayuda a sus seres queridos y participar en la vida de sus comunidades.

Entre los factores de estrés causantes de ansiedad y depresión también se han mencionado la soledad, el miedo a contagiarse, sufrir y morir, o a que los seres queridos corran esa suerte, el dolor provocado por la pérdida de seres queridos y las preocupaciones económicas.

Sin embargo, y en contra de lo que puede parecer, este comportamiento no es una enfermedad de los tiempos modernos. Al contrario, es un problema que viene de antiguo y de tal forma debemos buscar caminos que distraigan la mente de la búsqueda obsesiva de soluciones al dolor y a la sensación de amenaza.

Es por ello que si el estrés causa que estés ansioso, tenso y preocupado el plantearnos comenzar a practicar meditación puede ayudarte a recuperar la calma y paz interior, de esta manera comenzamos a deshacernos de nuestras cargas y miedos y con ello nuestra ansiedad y nuestro estrés comenzará a disminuir e incluso podrá llegar a desaparecer.

La meditación se lleva practicando desde hace miles de años. Originalmente el propósito de la meditación era  ayudar a profundizar la comprensión de lo sagrado y las fuerzas místicas en la vida. Generalmente, la meditación se ha asociado a doctrinas, religiones y disciplinas, como medio de llegar a la unión con Dios o con el universo, buscando así alcanzar la iluminación, la generosidad y otras virtudes. Sin embargo, es bien sabido que la meditación puede practicarse con independencia de una orientación religiosa o filosófica. En la actualidad, la meditación comúnmente se usa como método de relajación y reducción del estrés, es decir, como medio para reducir los conflictos interiores y para aumentar el conocimiento de uno mismo.

Está considerada un tipo de medicina complementaria para mente y cuerpo. Puede producir un estado de relajación profunda y una mente tranquila, ello es debido a que durante este ejercicio concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente y provocándote estrés. Este proceso puede producir un aumento del bienestar físico y emocional.

Introducir este ejercicio en nuestra rutina diaria puede ser una tarea simple y económica que cualquier persona puede llevar a cabo ya que se puede practicar en cualquier lugar como por ejemplo dando un paseo, en el autobús o en nuestro propio hogar entre otros.

Es importante destacar que cuando meditamos ocurren distintas situaciones: Nuestra atención se aleja del factor estresante, el nervio vago (un componente central del sistema nervioso parasimpático) recibe una señal de que no es necesariamente la respuesta de ‘lucha-huida-congelación’, disminuye la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el estado de alerta y se reanuda la calma, la relajación, el descanso y la digestión.

A través de la meditación se consiguen dos cosas importantes:

La primera de ellas es que mejora la conciencia de la naturaleza de nuestros pensamientos, lo cual nos permite desprendernos de ellos. “Esto nos otorga perspectiva y la oportunidad de dar la bienvenida a algo nuevo.”

El segundo beneficio de la meditación es que puede ayudarnos a nutrir experiencias y creencias positivas ya que nos permite tener una nueva perspectiva de las situaciones estresantes, nos permite adquirir habilidades para controlar el estrés, aumentar la autoconciencia, enfocarnos en el presente, aumentar la imaginación y la creatividad, aumentar la paciencia y la tolerancia. Pero no solamente se producen beneficios a nivel psicológico, ya que a nivel físico nos ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca, disminuir la presión arterial en reposo y mejorar la calidad del sueño.

En la meditación hay cuatro aspectos importantes:

  1. Conviene estar en un lugar silencioso, sobre todo el principio, cuando se está aprendiendo a meditar. Deben reducirse al máximo los estímulos externos que puedan facilitar la distracción.
  2. La meditación se ve favorecida por una posición cómoda. Ha de poder mantenerse en ella durante unos 20 minutos sin sentir molestias.
  3. Es útil elegir un objeto en el que concentrarse. Puede ser una palabra, un sonido, un objeto o una señal para mirar o imaginar, o una sensación o pensamiento determinados.
  4. El requisito esencial para lograr la relajación a través de la meditación es mantener una actitud positiva. Durante el tiempo que dure la meditación, la mente ha de estar libre de pensamientos y distracciones, y cuando éstos aparezcan, no se preocupe, debe dejarlos y volver a concentrarse en el objeto de concentración elegido.

Existen varias formas de meditación pero todas las técnicas tienen un rasgo en común: la capacidad de inducir la relajación. Para ello se deben seguir unos pasos clave: relajar-centrar-aceptar-observar. Relajarse en una postura cómoda, centrar la atención en un punto de referencia, como un objeto o la respiración, aceptar y estar abiertos a las experiencias del momento y observar qué sucede.

Aunque es probable que mientras se esté meditando se sienta ya algún tipo de satisfacción inmediata, los efectos profundos de la misma sobre la vida seguramente no se aprecien hasta trascurridos varios meses. Por tanto es clave, que para que esta práctica produzca el efecto deseado se sea constante, es decir, siempre será mejor dedicar diez minutos diarios todos los días que una hora de vez en cuando. Es por ello que os animamos a hacer uso de esta herramienta de trabajo personal ya que nos quita muy poco tiempo de nuestra rutina, es muy fácil poder implementarla y los beneficios son sorprendentes.